Aunque todavía haya personas que no la tienen tan en cuenta como deberían y comen sin pensar si lo que están ingiriendo es sano o equilibrado con todo lo que han comido durante esos días, cada vez son más los que entienden el valor de una dieta equilibrada y sana, no solo para nuestra nutrición, sino para el funcionamiento general de nuestro organismo. Lo que comemos es lo que nos permite luego hacer trabajar a nuestro cuerpo de una forma eficaz, tener las fuerzas necesarias para hacer todas las tareas rutinarias, fortalecernos física y mentalmente, y en definitiva, poder estar en un estado óptimo para todo lo que se nos ponga por delante. De hecho, cuando hay un cierto desequilibrio en la dieta, suelen darse problemas alimentarios que derivan en molestas situaciones como la diarrea.

Se conoce como diarrea al cambio en el tipo de evacuaciones intestinales, que pasan de ser duras, como lo son habitualmente en la mayoría de los casos, a ser más blandas e incluso prácticamente líquidas. Esto puede provocarnos muchos problemas no solo por ese cambio de estado, sino también por la necesidad imperiosa de evacuar en cualquier momento y situación, convirtiéndose en algo bastante vergonzoso cuando lo sufrimos. La diarrea es una situación muy molesta que nadie quiere vivir, pero que a veces nos toca pasar, ya sea como consecuencia de alguna otra enfermedad o simplemente por un desajuste intestinal. En muchas ocasiones, esta situación apenas dura unas horas, pero cuando se prolonga, debemos saber encontrar una solución natural, y mientras tanto, seguir una dieta muy concreta.

Toma líquidos claros

Una de las peores cosas que trae consigo la diarrea es la posible deshidratación de nuestro cuerpo, ya que al evacuar en tantas ocasiones, y de una manera más líquida, nuestro organismo gasta mucha más agua de la necesaria, y debemos reponérsela rápidamente. Por eso advertimos de los líquidos claro, como el agua, por ejemplo. Son los que mejor ayudan a hidratarnos en este tipo de situaciones y nos ayudarán también a reequilibrar nuestro organismo. También podemos optar por bebidas isotónicas muy populares hoy en día en todas las tiendas, que no solo hidratan sino que también aportan un buen número de vitaminas y sobre todo minerales, para reconducir la situación de nuestro organismo y hacer que mejore lo máximo posible.

Alimentos bajos en fibra

A estas alturas, todo el mundo sabe que la fibra sirve para hacer de vientre de una manera mucho más regular. Esto, sin embargo, se suele utilizar para personas que ya sufren de estreñimiento, de forma crónica o puntual, y así consiguen evacuar de una manera mucho más fácil y eficaz. Sí estamos sufriendo de diarrea, nos encontramos en la situación contraria. Ya vamos muchas veces al baño, y de hecho, nuestras heces no son todo lo duras que deberían. Por eso deberíamos evitar los alimentos con fibra y pasarnos, precisamente, a otros que sean bajos en este componente, como la carne roja, los huevos o los lácteos, que además ayudarán a pasar mucho mejor el trance de este proceso intestinal que tantos problemas nos está provocando.

Alimentos ricos en sodio y potasio

Los minerales son importantísimos para nuestro cuerpo porque nos permiten mantener a nuestro organismo sano y fuerte en todo momento, y también regulan muchas de nuestras funciones. De hecho, en la mayoría de ocasiones, los problemas de diarrea tienen mucho que ver con bajos niveles de ciertos minerales, como el potasio o el sodio. Para recuperar esos niveles óptimos, incluiremos en nuestra dieta mucha fruta, como el plátano, el aguacate o la sandía, y también otros que nos aportarán una gran cantidad de minerales, como la soja, los frutos secos, la batata o las espinacas. Como ves, no hace falta seguir una dieta superlimitada de alimentos, porque hay numerosas opciones que podemos incluir en la misma durante el tiempo que suframos la diarrea.

Verduras cocidas

Este grupo de alimentos también puede ser perfecto para recuperarnos del todo y conseguir que nuestro organismo esté en perfectas condiciones de cara a aliviar la diarrea. Las verduras como el brócoli, las propias espinacas o el apio pueden ser increíblemente beneficiosas por todo lo que nos aportan, especialmente cuando están cocidas, la manera más natural de cocinarlas. Con ellas ayudaremos a nuestro sistema digestivo a absorber todo lo que le sobra allí dentro, y que salga en forma de heces bien formadas, con la dureza habitual. Las verduras siempre deben formar parte de nuestra dieta, tengamos o no diarrea, y es que son una de las bases de una alimentación equilibrada.

Evita los alimentos que causen gases

Cuando sufrimos de diarrea, nuestro estómago ya suele estar lo suficientemente irritado y desequilibrado como para seguir aportando más problemas a través de bebidas gaseosas. Hemos de evitar por completo los refrescos, porque no solo nos provocarán esos malditos gases que pueden hacer que todo se vuelva mucho más complicado, sino que también aportarán una gran cantidad de azúcar que tampoco nos viene especialmente bien en esta situación. De la misma forma, otros alimentos como judías o lentejas, que también suelen dar muchos gases, quedarían fuera de nuestra dieta, al menos durante unos días, hasta que la diarrea se haya solucionado.